Hondarribia - Ida

Una excursión de medio día para llegar por el mar y, en compañía de acantilados, hasta la última localidad de España (Hondarribia), hasta el último faro (Híguer) y hasta el último río (Bidasoa) que hace frontera con Francia. ¿Qué más? Navegaremos junto a uno de los tramos de costa más vírgenes de Euskadi, veremos el acceso a un fiordo como los de Noruega, pasaremos por la pista de aterrizaje de un tal Roland Garros... ¿Necesitas más?

La ruta comienza en el lugar en el que han comenzado todas las grandes aventuras de la historia: en el puerto marítimo. Embarcaremos en el puerto de San Sebastián y pondremos rumbo a Pasaia recorriendo el litoral y la cara norte del monte Ulia. Es decir, navegaremos a la inversa el Camino de Santiago del Norte (o de la Costa) así que no te extrañe ver (a lo lejos y por el monte) peregrinos con sus mochilas caminando. 

San Sebastián VS U.S.A. 

Navegaremos por un tramo virgen de costa de unos 5 kilómetros y, desde el mar, veremos calas rocosas, acantilados, formaciones de roca arenisca, los restos de un antiguo acueducto que llevaba agua a San Sebastián o los picos sobre los que se asentaban las antiguas fortificaciones para proteger la costa (y una de esas fortificaciones fue construida a finales del siglo XIX porque se temía que los U.S.A. invadieran España empezando por San Sebastián… WHAT??).

Pasajes San Norway

Cuando veas un precioso faro cabalgando una peña de roca eso significará que hemos llegado al faro de la Plata, construido en 1855 situado a la entrada del puerto y el fiordo (sí, un fiordo ¡como los de Noruega!) de Pasajes. 

Crazy sand stones

Resistiremos al canto de sirenas de los dos Pasajes (Pasai Donibane y Pasai San Pedro) porque nuestra aventura es mucho más ambiciosa. Nos espera un largo, larguísimo tramo de navegación por uno de los litorales más vírgenes de Euskadi. Se trata de la ladera norte del Jaizkibel, el segundo monte costero más largo de España. Ante nuestros ojos desfilará un auténtico espectáculo geológico a cargo de la piedra arenisca que caracteriza este litoral: cuevas, cascadas que mueren en el mar, formaciones pétreas que parecen diseñadas por el mismísimo David Lynch para una de sus películas, barrancos, alguna que otra cala idílica (cerca de la cual podrás bañarte si el clima acompaña), bosques asomados al Cantábrico…

To the (air)port

Tras la experiencia en Jaizkibel y superar el cabo Híguer (¡bajo cuyas aguas se han hallado fantásticas piezas de artesanía romana!) puede que nunca desees desembarcar en tierra. No es problema: llegar por mar a Hondarribia es un placer inmenso. A un lado, Francia y los espectaculares acantilados de Hendaya. A otro, la espectacular desembocadura del río Bidasoa formando un gran estuario. ¿Volando cerquísima sobre nuestras cabezas? Los aviones que aterrizan (entrando desde el mar) y despegan (saliendo hacia el mar) en el cercano aeropuerto de Hondarribia.