Desde Bilbao a San Sebastián (y viceversa)

Comenzamos en Bilbao pero también podríamos comenzar en San Sebastián porque ambas ciudades están separadas por sólo una hora de trayecto en coche. A nosotros nos llevará algo más porque el tesoro no se encuentra al final de la ruta sino en ella misma, en el viaje en sí. Así, tú eliges: ¿Arrancar la aventura en una urbe de interior, renacida tras su pasado industrial, y finalizarla en una ciudad turística enclavada en uno de los parajes naturales más alucinantes de España o al revés? 

La Isla (unida a tierra) Mágica

Sólo necesitaremos 45 minutos para salir del ajetreado ‘botxo’ (‘el agujero’, así llaman cariñosamente a su ciudad los bilbaínos)  y llegar a la primera parada de nuestro viaje, un enclave costero único.  Algunos lo llaman Rocadragón pero su nombre es San Juan de Gaztelugatxe, un islote unido a tierra por un hilo de 241 escaleras y coronado por una ermita. Gaztelugatxe se volvió ultrafamoso tras aparecer en la serie Games Of Thrones disfrazado de Rocadragón: aunque el ‘castillo’ es un efecto de CGI, todo lo demás (acantilados vertiginosos, rocas afiladas, bandadas de aves, el ruido del mar…) es rabiosamente real. 

La Mejor Ola del Mundo

Tras una buena ración de curvas (la belleza de la costa vasca se aprecia mejor viajando por carreteras secundarias), llegamos a un gran espacio abierto, un paréntesis en el paisaje de acantilados y montañas. Se trata de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.  Mundaka es un hot spot en las rutas ‘surfaris’ mundiales: su playa cuenta con una de las más perfectas (acaso la más perfecta) ola con rompiente de izquierdas del planeta. Pasearemos desde la iglesia Santa María (que parece más un castillo que un templo) hasta la ermita de Santa Catalina sin perder de vista el mar, la ría y la famosa ola. También conoceremos algunos secretos del paisaje de Urdaibai que cambia radicalmente en función de las mareas. 

Zumaia: Meet the Flyschstones

En apenas una hora nos plantaremos en Zumaia, ya en la provincia de Gipuzkoa, para conocer un lugar radicalmente diferente. Este encantador pueblo pesquero también tiene proyección mundial. ¿Por qué? Por una serie de palabras curiosas (¿flysch? ¿karst? what???) que describen los impresionantes acantilados y playas de roca de su costa. 

gEATaria

Merece la pena fijarse en los terrenos rurales que rodean Zumaia pues en ellos se doran al sol las viñas de txakoli, un peculiar vino blanco seco con un poco de aguja que se cultiva en viñas golpeadas por el viento del Cantábrico. Probaremos un poco de txakoli en una bodega cercana y, desde allí, pasaremos a otro pueblo monumental, Getaria (el pueblo natal del marinero Juan Sebastián Elcano y el modisto Cristóbal Balenciaga) para comer el típico pescado a la parrilla que, también, le ha dado fama mundial.