Monte Aizkorri

Ponemos rumbo al techo de Gipuzkoa para encontrarnos con un edificio cubierto de ‘espinas’, una caminata a más de 1.000 metros de altura entre prados y bosques, y una raza de ovejas rastafaris de la que se obtiene el queso más famoso de la región.

Te llevamos en furgoneta hasta el Santuario de Arantzazu (a 90 km al sur de San Sebastián) y allí comenzamos un ascenso, caminando, de 400 metros de desnivel hasta los dominios del Parque Natural de Aizkorri-Aratz.

Highlight

El Santuario de Arantzazu fue construido en los años 50 en medio de una gran polémica: su arquitectura fue considerada tan moderna y bizarra en la época que hasta la propia iglesia se manifestó en su contra e impidió que se instalara la escultura con los 14 apóstoles de Oteiza, considerada una herejía (según la Biblia los apóstoles ‘oficiales’ son… 12). El edificio imita las espinas del arbusto en el que se apareció la virgen en el siglo XV y en él encontrarás, entre otras cosas, las primeras obras de artistas vascos hoy consagrados como Chillida o espacios que parecen extraídos de la película Alien (1979) de Ridley Scott.

Take me to the top

Una vez en lo alto de la sierra de Aizkorri, recorreremos las campas de Urbia, unos inmensos prados verdes, rapados como campos de golf y habitados por manadas de caballos, vacas y ovejas latxas (las reconocerás por su aspecto primitivo y su lana que parece formar dreadlocks). Tras la caminata, un merecido almuerzo típicamente vasco con productos km. 0: cured sausages, ham, tuna y queso Idiazabal (sí, el queso que se obtiene de la leche da las ovejas latxas que, con suerte, habrás visto pastando).

Choose your own adventure

Desde Urbia tienes dos opciones: bajar con el guía de nuevo al santuario de Arantzazu o cruzar la sierra hasta su lado oriental para llegar a la calzada romana (en realidad, es medieval, los romanos no quisieron subir tan alto) y el famoso túnel de San Adrián, una cavidad natural que servía de paso para los viajeros que se dirigían hacia Castilla y en donde llegó a haber tabernas, posadas y una ermita que todavía sigue en pie. Desde el túnel hasta la furgoneta tendrás un corto paseo.